lunes, 22 de febrero de 2010

El Calvario de Gomez Mont.

Fernando Gómez Mont nunca imaginó que el abortado pacto anti coaliciones que hizo con el PRI, a cambio de que sus diputados aprobaran el incremento de uno por ciento en el IVA, lo llevaría a renunciar al partido en el que militó toda su vida.

Mucho menos que su sus capacidades para desempeñar addecuadamente la importante tarea de Secretario de Gobernación quedarían en entredicho, por los efectos de un acuerdo mal operado en el que, hay que decirlo, asumió decisiones que le corresponden exclusivamente al PAN.
El prominente abogado, miembro destacado de una familia panista de abolego, ha vivido, por ese motivo, el peor momento de su ya larga carrera política.


Sus ahora ex correligionarios no solo le asestaron un fuerte revés cuando hizo su alegato en contra de la alianza en Oaxaca con quienes no reconocen la legitimidad del presidente Calderón --perdió la votación 40 a cero--, sino que algunos de ellos lo han llamado “traidor’, por pactar en lo oscurito con el tricolor.

Hombre cercano a Diego Fernández de Cevallos, el secretario de Gobernación hizo el coraje de su vida por no poder sostener la palabra que empeñó con el tricolor. Ya encarrerado, y enfadado, les dijo a los miembros del CEN azul que eran unos “sonsos” por romper lanzas con el único partido que puede asegurarle acuerdos de fondo en el Congreso al gobierno federal.

Todavía hoy, dos semanas despues de su renuncia a Acción Nacional, mantiene sus criticas a la coalición entre partidos antagónicos partidos.

“Sería conveniente reglamentar las alianzas para determinar cuáles cumplen los requisitos democráticos de congruencia, consistencia y trascendencia, para garantizar la claridad de las ofertas políticas”:, escribió el funcionario, al participar en un chat sobre la Reforma Política de Felipe Calderón.
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Gómez Mont está conciente de que todo este asunto afecta el desempeño eficaz de su tarea. La relación con el PAN está muy lastimada, la palabra comprometida con el PRI fue ignorada por su jefe, la izquierda le perdió totalmente la confianza.

El presidente Calderón, sin embargo, le dio un fuerte espaldarazo, a pesar, o quizás por eso, que el funcionario ha repetido que “primero pactó y luego avisó” a su jefe de los compromisos adquiridos. “Es interocutor válido y goza de toda mi confianza”, declaró el primer mandatario, en medio de la tormenta política.

El secretario ha repetido hasta el cansancio que procedio en el ámbito de sus atriibuciones y que objetivo de su estrategia era asegurar la gobernabilidad, mediante la alianza con la primera fuerza política del país, y no con quienes siguen llamando espurio a Felipe Calderón.
El acuerdo con el PRI se concretó en noviembre del 2009 y el Presidente se enteró “hasta enero” del 2010, admitió el funcionario en sendas entrevistas publicadas la senana pasada. Es decir, 40 o 50 días después.
Resulta difícil de entender –y de creer-- que en un asunto de ese tamaño, el secretario actuara sin consultar al Presidente los compromisos asumidos con el PRI, a cambio de su respaldo en el Congreso a los nuevos impuestos.

En las semanas que siguen veremos si, como dice Felipe Calderon, el secretario es un interlocutor valido. De lo que estamos seguros es que para cumplir satisfactoriamente con su labor tendrá que el doble

lunes, 15 de febrero de 2010

“No voy a darle la mano, no es bienvenido…”

Ciudad Juárez es emblema de inseguridad y violencia. Es también reflejo del fracaso de una estrategia basada en el combate frontal y callejero al crimen organizado, pero que no ha tocado los ríos de dinero que manejan los cárteles de la droga. Esta impresionante riqueza permite a los narcos comprar armas, complicidad, impunidad.
A Juárez llegaron hace meses batallones enteros de militares, miles de federales. Con fanfarrias se anunció el Operativo Conjunto Chihuahua hace dos años. De poco ha servido. Los “ajusticiados” de esta guerra contra el narco sumaron, el año pasado, 2 mil 600, y al paso que vamos, ese año se romperá el record. Los crímenes en la fronteriza localidad son cada vez más dantescos, el saldo rojo más pesado, el terror de la población mayor.
La masacre de 16 adolescentes que asistían a una fiesta privada, hace dos semanas, fue la gota que derramó el vaso. Juárez estuvo toda la semana en el ojo del huracán. El gobernador José Reyes Baeza intentó el traslado de los poderes estatales a esa ciudad “en solidaridad con los juarenses”. El Congreso lo impidió.
El presidente Calderón visito la localidad. El recibimiento no fue muy bueno. “No voy a darle la mano, no es bienvenido”, le dijo Luz María Dávila, una adolorida madre que perdió a dos de sus hijos, estudiantes ambos, en la matanza de adolescentes.
Fernando Gómez Mont, titular de la Segob, la pasó también muy mal. Impotente gritaba “¡Tengo las manos limpias…! Cuando un grupo de indignados estudiantes le gritaban “¡asesino¡” Hasta un zape le alcanzaron a dar.

Las reacciones al anuncio del traslado de poderes ilustra la pobreza de nuestra clase política. En lugar de analizar los alcances de la propuesta, los partidos se lanzaron en una agresiva guerra de descalificaciones, con el único propósito de sacar raja política de la indignación ciudadana.
El panista César Nava, amparado en el hecho de que el gobernador no consultó su grave decisión con los legisladores locales, fue pródigo en descalificativos. Es una decisión electorera, unilateral, inconstitucional e ilegal, dijo. Ni el beneficio de la duda otorgó. ¿Y como iba a hacerlo si estamos en pleno año electoral?
En el PRI, por supuesto, se fueron al otro extremo. Casi canonizaron al mandatario por el “valor civil”, mostrado con su inesperada iniciativa. Reyes Baeza no quiso quedarse atrás y se le fue encima al presidente Calderón, por no haber acudido a Ciudad Juárez en los días siguientes a la matanza.
Seria iluso pensar que el solo hecho del traslado de poderes se hubiese traducido en una disminución de la violencia, pero se puede inferir que, al convertirse en el emblema de la lucha contra el crimen, los distintos niveles de gobierno van a aplicarse para intentar devolver la paz a esa sufrida localidad. El presidente Calderón ya anunció su “nueva” estrategia de cuatro puntos para combatir el crimen en todos sus niveles y devolver la anhelada tranquilidad a los ciudadanos.
El primer punto busca recomponer el orden institucional. El segundo tiene que ver incluye el envío de 2.600 policías federales más, dos helicópteros, patrullas y vehículos blindados, además de coordinación entre los distintos cuerpos armados.
La novedad está en el tercer punto. Se dará un impulso a la educación, a la salud y habrá más recursos para programas sociales. El cuarto punto tiene como eje la participación ciudadana. Se van a crear comités de denuncias, con candados que protejan a familias que tienen miedo de denunciar.

lunes, 1 de febrero de 2010

Vivirá para contarla…

Lo sucedido la madrugada del lunes 25 de enero en el Bar Bar de la Ciudad de México va mucho más allá del mero hecho derivado de la prepotecia y descontrolada agresividad del ya famoso prófugo “JJ”, a quien le bastó una respuesta descortés, derivada de una boberia relacionada goles, para jalar del gatillo. La agresión al futbolista Salvador Cabañas, centro delantero de la Selección de Paraguay, volvió a exhibirnos como un país violento, donde impera la Ley del Revolver.

Otra vez fuimos noticia de la página roja. El País, The Guardian, Liberation, El Clarín, El Espectador, El Mercurio. En la prensa paraguaya hubo incluso manifesaciones hostiles hacia los mexicanos. Un recorrido por Internet bastaba para darnos cuenta de la triste imagen que proyectamos en muchos países del orbe: El país más violento que no está en guerra. La etiqueta, obvio, desfavorece la llegada de inversiones y ahuyenta el turismo.

En lo interno, el suceso volvió a descobijar las graves deficiencias que imperan en el funcionamiento de los establecimientos mercantiles. Ya se ha repetido hasta la saciedad que el bar estaba fuera de horario, que se permitió el ingreso de individuos armados, que no se conservó la seguridad de los asistentes, que se faciulitola huida del JJ y su guarura, El Contador.

Poco se habló, sin embargo, de una seria omision del GDF: Al momento de la agresión, no se había publicado el reglamento de la Ley de Establecimientos Mercantiles, que entró en vigor el 26 de enero del 2009. Marcelo Ebrard estaba obligado a hacerlo 60 dias después de su aparicion en la Gaceta Oficial. Un retraso de 10 meses. ¿La consecuencia? Los dueños del Bar Bar, Ramón y Simon Charaf , podrian ampararse con éxito en contra de la clausura del lugar.


Fuimos testigos del cinismo con el que actuaron los presuntos agresores después de dispararle un tiro en la cabeza al futbolista paraguayo. En el video mostrado por la Procuraduría del DF se observa cómo los agresores de Cabañas salen como Pedro por su casa y abordan un vehículo sin placas, seguido de un carro-escolta. Y no sólo eso, vimos cómo los empleados del lugar les facilitan la huída después de firmar una cortesía por la módica cantidad de casi 17 mil pesos.

El par de individuos qye vios en el video están ya plenamente identificados. José Jorge Balderas, el JJ, y Eduardo Garcia, El Contador, se han convertido en el trofeo de caza de todas las corporaciones policiacas. No se entendería que no los capturaran a la brevedad. El mismisimo presidente Calderon se comprometio con su homologo de Paraguay a resolver el caso.

Las autoridades deben transformar el caso en una oportunidad para, de una buena vez, meter orden en el funcionamiento de estos establecimientos, por mucho que a los antreros no nos guste que nos corran en pleno reventón.

Cabañas vivirá para contarla. Luego de 5 días sedado, el paraguayo recuperó conciencia este domingo. Habló y hasta movió una pierna. “Estoy bien” , dijo en guarani. Hoy, a raiz de estremecedor suceso, las autoridades vigilan, aprietan, clausuran antros, hacen respeetar la Ley. ¿Por cuánto tiempo?