lunes, 1 de febrero de 2010

Vivirá para contarla…

Lo sucedido la madrugada del lunes 25 de enero en el Bar Bar de la Ciudad de México va mucho más allá del mero hecho derivado de la prepotecia y descontrolada agresividad del ya famoso prófugo “JJ”, a quien le bastó una respuesta descortés, derivada de una boberia relacionada goles, para jalar del gatillo. La agresión al futbolista Salvador Cabañas, centro delantero de la Selección de Paraguay, volvió a exhibirnos como un país violento, donde impera la Ley del Revolver.

Otra vez fuimos noticia de la página roja. El País, The Guardian, Liberation, El Clarín, El Espectador, El Mercurio. En la prensa paraguaya hubo incluso manifesaciones hostiles hacia los mexicanos. Un recorrido por Internet bastaba para darnos cuenta de la triste imagen que proyectamos en muchos países del orbe: El país más violento que no está en guerra. La etiqueta, obvio, desfavorece la llegada de inversiones y ahuyenta el turismo.

En lo interno, el suceso volvió a descobijar las graves deficiencias que imperan en el funcionamiento de los establecimientos mercantiles. Ya se ha repetido hasta la saciedad que el bar estaba fuera de horario, que se permitió el ingreso de individuos armados, que no se conservó la seguridad de los asistentes, que se faciulitola huida del JJ y su guarura, El Contador.

Poco se habló, sin embargo, de una seria omision del GDF: Al momento de la agresión, no se había publicado el reglamento de la Ley de Establecimientos Mercantiles, que entró en vigor el 26 de enero del 2009. Marcelo Ebrard estaba obligado a hacerlo 60 dias después de su aparicion en la Gaceta Oficial. Un retraso de 10 meses. ¿La consecuencia? Los dueños del Bar Bar, Ramón y Simon Charaf , podrian ampararse con éxito en contra de la clausura del lugar.


Fuimos testigos del cinismo con el que actuaron los presuntos agresores después de dispararle un tiro en la cabeza al futbolista paraguayo. En el video mostrado por la Procuraduría del DF se observa cómo los agresores de Cabañas salen como Pedro por su casa y abordan un vehículo sin placas, seguido de un carro-escolta. Y no sólo eso, vimos cómo los empleados del lugar les facilitan la huída después de firmar una cortesía por la módica cantidad de casi 17 mil pesos.

El par de individuos qye vios en el video están ya plenamente identificados. José Jorge Balderas, el JJ, y Eduardo Garcia, El Contador, se han convertido en el trofeo de caza de todas las corporaciones policiacas. No se entendería que no los capturaran a la brevedad. El mismisimo presidente Calderon se comprometio con su homologo de Paraguay a resolver el caso.

Las autoridades deben transformar el caso en una oportunidad para, de una buena vez, meter orden en el funcionamiento de estos establecimientos, por mucho que a los antreros no nos guste que nos corran en pleno reventón.

Cabañas vivirá para contarla. Luego de 5 días sedado, el paraguayo recuperó conciencia este domingo. Habló y hasta movió una pierna. “Estoy bien” , dijo en guarani. Hoy, a raiz de estremecedor suceso, las autoridades vigilan, aprietan, clausuran antros, hacen respeetar la Ley. ¿Por cuánto tiempo?

No hay comentarios: