lunes, 11 de mayo de 2009

“El Estado: ¿un cártel más?”

La balconeada que Carlos Ahumada le pone a muchos en su “Derecho de Réplica” no sólo agotó en las farmacias remedios contra las quemadas, sino que opacó la graves afirmaciones contenidas que el controvertido Roberto Madrazo hace en su libro “El Despojo” (Editorial Planeta.)

El ex candidato presidencial del PRI, a quien le hizo más daño la supuesta trampa en un maratón de Alemania que todos los vericuetos de sus cuatro décadas de su polémica militancia política, abre un capítulo de ese libro con la inquietante pregunta: “El Estado: ¿un cártel más?”

El tabasqueño, alejado ya de la política partidaria y dedicado a los negocios, no se anda por las ramas. Para muestra un botón. En la página 283 se lee:

“Hoy, sin exagerar, se puede afirmar que todo el país se encuentra, de algún modo, en la ilegalidad o la informalidad, incluido el Estado. Lo mismo cuando persigue a los adversarios del partido en el poder, que cuando defiende los intereses de los poderes fácticos o cuando, de plano, le brinda protección a algunos de los cárteles en pugna, como ocurrió en el gobierno de Zedillo, con el Cártel de Juárez y en el de Fox, con el del Chapo Guzmán…”


Madrazo destaca la “lógica perversa” del apoyo oficial a quienes delinquen o actúan fuera de la Ley. Sostiene que a partir de esa lógica surgió la variable paramilitar que resulta ser, hoy por hoy, el modelo ilegal e informal por excelencia: El narcotráfico.

“Para decirlo de otra manera, digamos que surgió como respuesta o como reacción de las bandas (particularmente la del cártel del Golfo) ante el hecho irrebatible que el propio Estado, con su aparato militar y policiaco, llegó a actuar a favor de una de ellas (para el caso, el cártel de Sinaloa), corriendo así el riesgo de convertir a las propias instituciones claves del Estado en un cártel más…”


Y más adelante (página 286):

“Vicente Fox, como presidente, fue incapaz de construir la transición que era, que se necesitaba, aunque resultó efectivo para llevar a cabo la otra, la que en lugar de la gran reforma del Estado, condujo a hacer de las instituciones del Estado, un cártel más en el país, aliado con el de Sinaloa comandado por el Chapo Guzmán a quien según los especialistas, protegió desde su fuga de un penal de máxima seguridad, a pocos días de asumir el gobierno.”

Las graves aseveraciones que usted acaba de leer no las hace perico de los palotes. Se trata de un personaje de la vida política nacional que ocupó cargos muy relevantes. Además de la candidatura presidencial, fue dirigente nacional del PRI y gobernador de Tabasco, entre otros altos cargos.

Estos señalamientos, emanados de un personaje que conoce muy bien las entrañas del sistema, bastarían para que se abriera una investigación y se citara a declarar al ex abanderado presidencial del tricolor. Pero el nuestro es el país de la impunidad. No va a pasar nada. Ya lo verá.

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